En días anteriores trataba la cuestión de la simpleza del reglamento y de las mecánicas del juego de mesa de Espada Negra. Para el que pille de nuevas, la idea es ir subastando cartas por turnos para adquirir producción (permite adquirir más cartas en siguientes turnos), ataque (saltarse la fase de subasta) o victoria (ganar la partida).
Esta mecánica da lugar a una serie de partidas en las que se exige una razonable adaptación a dos variables: la sucesión de cartas a subastar (especialmente en los primeros turnos) y la actitud de los oponentes. Estrategias como mantener el liderazgo en el ataque, buscar el monopolio del oro, encontrar un equilibrio entre ambas y elegir el momento de apostar por las cartas de victoria distinguen al ganador del... bueno, perdedor.
No obstante si el juego contara "solo" con estas variables daría lugar a una diversión limitada. Por eso quisimos complicar las cosas y creamos condiciones iniciales. La idea es que al comienzo de la partida uno puede retirar una carta al azar (o más de una) y aplicar su condición inicial. Pongamos un ejemplo:
Por ejemplo, si saliera esta carta como condición inicial se subastarían dos cartas más cada turno. Normalmente el número de cartas es igual al número de jugadores más uno, por lo que el incremento es significativo. Al haber más cartas cada turno tendríamos que adaptar nuestra estrategia. El valor táctico de la producción cambia, y el del ataque también (solo se puede atacar una vez por cada turno), y hacer asignaciones bien hechas en este sentido nos permitira alzarnos con la victoria.
Veamos otra mucho más alienante:
Esta condición inicial es una pesadilla: una vez cojamos una carta de solamente victoria estarmos condicionados a no producir más oro. ¿Qué estrategia es mejor ante esta opción? ¿Reunir mucho oro y ataque y luego coger todas las posibles? ¿Y mantenerse en un segundo plano cogiendo cartas de victoria mientras nadie les hace caso? ¿O pasar completamente de ellas y centrarse en las mixtas?
También es posible sacar dos cartas. Por ejemplo podrían salirnos dos veces la primera (justo esa es la que más copias tiene), o quizá nos podría salir una de la primera y otra de la segunda, dando lugar a nuevas condiciones ante las que adaptarse.
Existen treinta y dos condiciones distintas, pues una se repite nueve veces y otras dos se repiten cinco veces. Adaptarse a esas treinta y dos posibilidades puede llevar su tiempo.
Pero si jugamos con dos cartas las opciones son... bueno, como hay repeticiones no lo tengo claro, pero sí se que son mayores que treinta y dos por treinta y uno, o sea mayores que novecientas. No sé cuanto tiempo llevará adaptarse a estas posibilidades.
Pero si jugamos con tres cartas las posibilidades son mayores que veintinueve mil.
Por eso digo que el juego de mesa de Espada Negra, pese a su simpleza inicial es un juego con complicación táctica.
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