Juegos de rol y licencias
7-3-2013 14:31
Estamos en los albores de publicar el juego de rol de Espada Negra, y como es de esperar, en la hermandad damos cumplimiento a un montón de tareas que guardan muy poca relación con jugar al rol.
Una de las aparentemente más alejadas es el hecho de las licencias. En mis conversaciones con diversas personas he detectado que hay una gran bola de incomprensión en la que se mezclan los derechos de autor, con los registros, que si te van a robar, y tantas otras cosas. Es conveniente tener las cosas un poco claras si uno quiere obrar de forma consecuente. Estableceré, para el que quiera leerlo, algunas definiciones básicas, de trabajo:
-Derechos de autor: Se trata de aquellos que uno adquiere al hacer una obra, por el hecho de hacerla. Por ejemplo, al de ser reconocido como su autor. Son inalienables y automáticos, no hace falta ejercer ninguna acción legal para tenerlos.
-Registro: Lugar en el que se acumula información sobre las obras (particularmente su creador y su contenido) a fin de que estos puedan demostrar diferentes cosas (normalmente la autoría) para poder ejercer sus derechos de autor. Un registro usual es, por ejemplo, el registro nacional de la propiedad intelectal, al que uno puede acceder pagando unas tasas.
-Contraprestación económica por derecho a la copia privada: Esto es un dinero lo que los autores reciben por el daño económico que en teoría les causa el hecho de que las personas se copien sus obras. El dinero lo entrega el estado, y lo reparten una serie de sociedades.
Sin querer entrar por ahora en la opinión que me merecen algunas actitudes a este respecto, diré que hay mucho embolado. Muchas personas creen que las sociedades esas que se dedican a repartir el dinero de los contribuyentes son de hecho el lugar en el que tiene que registrarse una obra si uno quiere estar protegido. Esto es incorrecto, pues como he citado, hay varios registros que son aceptados en tribunales de todo el mundo. Lo que ocurre es que las entidades de lucro tienen su propio registro (curiosamente), y que de alguna forma son vendidos como “la alternativa única”, cada cual en su ámbito.
Aclarado esto, diré que las obras de la hermandad de la Espada Negra son debidamente registradas, y que en ningún caso lo están en esos lugares rancios en los que se ejerce el derecho a coger el dinero del contribuyente.
Continuando con la lógica natural que me lleva esta exposición, diré que hay unos derechos de esos inalienables a los que uno puede renunciar. Por ejemplo, cuando uno hace una obra tiene derecho a que los demás no ganen dinero de ella, pero puede renunciar a ello.
Eso me lleva al modelo de licencia con el que se distribuye el juego de rol de Espada Negra. En este sentido lo dividimos en dos partes: las que tienen algo relativo al ambiente, y las que no. Estas segundas, lo que viene a ser las reglas puras y duras, y que queda compilado (o quedará) en un texto llamado “Sistema táctico”.
El “Sistema táctico” se publica renunciando a una buena tanda de derechos. Mantenemos el derecho a ser atribuidos por nuestro trabajo, pero permitimos hacer copias derivativas y sacar beneficio económico tanto de ellas, como incluso del propio “Sistema táctico”.
El resto de material, el que incluye ambiente, está sujeto a una licencia algo más restrictiva: no se pueden hacer copias derivativas, y solo quien nosotros designemos puede obtener beneficio económico de ellas.
¿Y por qué elegir estas licencias?
Permitimos que se use el “Sistema táctico” porque nos gusta, pensamos que es un gran sistema y que puede adaptarse a ambientes muy diferentes. Y si podemos dar facilidades a otros creadores que compartan anhelos con los nuestros, será un placer.
Ahora, la licencia para el juego de rol completo (con el ambiente), siendo más restrictiva, sigue siendo bastante cómoda para el usuario. Cualquiera puede cogerlo, imprimirlo, y jugarlo. O imprimirlo y darlo a un amigo. O jugarlo desde la web, o lo que quiera. Queremos que sea así porque, básicamente, nos encanta jugar al rol, y nos gustaría que el resto de la personas jugara.
Desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta el mundo no deja de decirle lo que cuestan las cosas. ¿Quieres un ordenador? Cuesta dinero. ¿Quieres coger el transporte público? Paga dinero. ¿Quieres agua, comida, electricidad? Dinero, dinero, dinero. ¿No tienes bastante? Busca un trabajo. ¿Quieres más? Trabaja aún más.
Sé que estoy entrando en lo que es la dinámica del ordenamiento social, pero la estructuración de cobros para absolutamente todo me parece algo tremendamente insolidario e injusto que alimenta además a una codicia innecesaria.
Quizá uno se sienta cómodo con su trabajo y gaste el fruto del mismo en aquello que necesita y que le gusta, pero quizá no. O quizá las circunstancias de uno sean mucho peores, y simplemente no pueda.
Jugar al rol debería estar completamente fuera de esta tendencia. Debería ser absolutamente lo contrario, un espacio en el que a uno no le dice nadie como son las cosas. Debería tener una auténtica libertad.
Así pues, cumpliendo con este precepto que encaja en los juramentos de nuestra Orden, tendremos el gusto de poner a la disposición del mundo el juego de rol de Espada Negra (dentro de una semana, de hecho). Que cada cual juegue, si quiere. Nosotros, desde luego, no le pondremos ninguna traba.