Excelencia y acero
2-9-2019 02:25
Los lectores que me conozcan sabrán que soy célebre por mi afinidad con uno de nuestros juramentos: el juramento de Conocimiento. Es cierto que siempre he sido de natural curioso y con cierta inclinación a la acumulación obsesiva de conocimiento, cosa que me llevó rápidamente a jurar el que yo pensaba que seria el juramento que más me definiría como persona. Obviamente, los años cambian la perspectiva de uno, y con éste artículo me gustaría tratar un poco sobre mi aproximación personal al juramento de Excelencia, que aunque no esté sobre mi escudo de armas es uno de los que más aprecio de entre los principios que nos caracterizan.
Hace algunos años entré en contacto con un primo del rol en vivo llamado soft combat, que vendría a ser una variante deportiva del combate pseudo medieval tan común en ciertos roles en vivo. En el momento, mi estilo de vida sedentario estaba empezando a afectar a mi salud, cosa que me forzó a tomar alguna forma de ejercicio físico como costumbre. En aquel momento descubrí una de mis pasiones. Rápidamente demostré que tenía una habilidad por encima de mi experiencia, y creo que cualquiera que haya cruzado hojas conmigo coincidirá que soy capaz de empuñar un arma con cierta habilidad.
No sé hasta que punto ésta afinidad proviene de cierto talento latente para la violencia o de mi tendencia a pulir mis habilidades frente a un desafío, pero en poco tiempo descubrí que ninguna cantidad de entrenamiento podía saciar mi sed de mejora. Cuando mis compañeros practicaban ésta forma de deporte por diversión, yo insistía en batirme con el oponente más duro de roer una y otra vez, acercándome con cada derrota un paso más a la habilidad que veía en luchadores más experimentados.
La verdad es que me faltan las palabras para describir la sofistificación de un combate justo cara a cara, o la singular belleza del momento en el que una serie de movimientos funciona, casi por accidente, y termina con una ejecución perfecta de una victoria que sería difícil de replicar en una situación controlada. Y es que hay pocas disciplinas tan complejas como el combate cuerpo a cuerpo. Aún hoy, después de varios años y cientos de horas de práctica, sigo aprendiendo nuevos trucos, nuevos movimientos, nuevas maneras de sacar el máximo partido de un cuerpo que nunca deja de asombrarme con su complejidad.
Y es que la biomecánica del más simple movimiento es infinitamente compleja, cada paso y movimiento de la espada siendo indescriptiblemente adaptable. Hay una posición del brazo, un ángulo de la muñeca del codo, que harán que tu bloqueo sea sólido como una roca y los golpes de tus oponentes se detengan aunque provengan de un arma más pesada o una posición superior. Aún después de haber conseguido replicarlo múltiples veces a lo largo de varios meses, aún no puedo explicar cómo funciona o replicarlo a placer. Hay una forma de apoyar el peso en los pies y ajustar la posición de las rodillas que te permite convertir todo el movimiento de torsión que eres capaz de generar con los muslos y las caderas en velocidad lineal para un acelerón inesperado. Estoy convencido de que en una ocasión me enfrenté a un boxeador que usaba una técnica similar pero que aún no comprendo para avanzar a una velocidad endiablada sin bajar la guardia. Cada una de éstas minúsculas variaciones produce resultados increíblemente diferentes, y las innumerables maneras de exprimir unos recursos limitados al máximo nunca dejan de sorprenderme.
Y es así, después de descubrir una minúscula parte de lo que el arte del combate puede traer, que he descubierto hasta que punto necesito la búsqueda de excelencia como motivador en la vida. En cierta manera. el camino es la destinación en éste sendero, y comprender ésto no sólo me ha llevado a entender mejor el significado de éste juramento, sino también me ha descubierto las virtudes de la superación personal.
No sé quién va a leer esto ni me importa particularmente, pero a veces ayuda plasmar los pensamientos en papel y arrojar la proverbial botella al océano. Buscad la excelencia, compañeros, pues pocas metas hay más nobles que la sed de ser mejor.
Re: Excelencia y acero
5-9-2019 12:41
Te entiendo hermano, yo estoy deseando cruzar hojas con Bebesuave en la próxima Comarcon :^)
Re: Excelencia y acero
8-9-2019 11:13
Me ha gustado leer esta motivadora reflexión sobre el juramento de excelencia.