Recientemente el hermano Taraak publicó un artículo del cual he copiado totalmente el título, porque me ha inspirado para compartir la que hasta ahora ha sido mi experiencia con las computadoras. Por cierto, voy a poner en negrita cada vez que escriba "
videojuegos". Ya se verá por qué.
En mi caso el asunto empezó cuando yo contaba con 10 ó 11 años. En mi casa estaban prohibidísimas las videoconsolas como cacharros de perdición del alma, pero un ordenador (con 4MB de disco duro) parecía buena idea en tanto que se usara para trabajar y estudiar, y no para jugar. Con este fin, los progenitores familiares impusieron normas con respecto al tiempo máximo de uso, y como es lógico, los jóvenes desarrollamos todo nuestro ingenio para conseguir saltarnos esas normas y jugar a
videojuegos todo el tiempo posible. Al final la única norma que importaba era dividir el tiempo disponible entre los usuarios del ordenador.
Por aquel entonces no tenia ni idea de la existencia del software libre, pero tampoco es que importara demasiado porque en España no había internet en absoluto, pero cuando lo hubo… bueno, pues fuimos pioneros en su uso. Evidentemente hubo que convencer a los progenitores explicando que era valiosísimo para los estudios, que ayudaba a la excelencia académica y todo eso. Y claro que procurábamos sacar buenas notas para que no se metieran en nuestros asuntos, de manera que pudiéramos usar esa conexión para lo que realmente la queríamos: jugar a
videojuegos.
Por aquel entonces yo hice mi primera web, que era de un clan de un
videojuego, y después la segunda, que era de Espada Negra. Nadie te enseñaba a hacerlo, simplemente cogías el código fuente de una página que te gustaba, veías como hacían lo que te gustaba, y lo adaptabas a tu contenido... y luego alguien lo hacía en el tuyo. No es que fuera programar, pero desde luego se parece algo al paradigma del software libre.
Debo hacer un inciso en que para mí las cuestiones informáticas, ya sean de software (libre o no), de hardware o sociales siempre han seguido un criterio de pura y genuina necesidad, para poder seguir jugando al
videojuego que yo quisiera. Por ejemplo, cuando el ordenador se rompía (y se rompía) lo normal era que no hubiera presupuesto familiar para mandarlo a arreglar, así que de una forma muy prematura aprendí todo lo necesario para poder repararlo con un mínimo de gasto, todo a base de preguntar o de leer en revistas mugrientas de la época. No deja de ser curioso que de esta necesidad aprendiera de hecho el oficio que ejerzo actualmente, y que a fecha de hoy sigue siendo un medio para cumplir mis necesidades… que básicamente consisten en seguir jugando a
videojuegos.
Pero como se va viendo, yo no iba por el mundo siguiendo las enseñanzas de Stallman ni predicando las virtudes de libre office, y no porque no supiera de él o no existiera (respectivamente), sino porque no me hacían falta. Yo aumentaba la RAM cuando algún
videojuego lo exigía, y ponía el siguiente windows cuando era obligatorio para jugar. La mía es la historia de un superviviente, y pobre además.
Se podría decir que mi primer contacto realmente trascendente con el software libre ocurrió cuando quería desplegar mis actividades económicas y creativas de una forma más eficiente, productiva y organizada. Porque un servidor con Windows cuesta más pasta que uno con GNU Linux y no ofrece ninguna ventaja más allá que una supuesta comodidad si ya estás adoctrinado en esa forma de usar las computadoras.
En realidad esta es una fórmula que microsoft utiliza mucho para prolongarse en el tiempo. Se introduce en los colegios y en las administraciones, de manera que todo el mundo sabe usarlo y le da pereza cambiarse a otra cosa. Pero ese mecanismo no funciona conmigo, microsoft no contó con mi pobreza y mi mentalidad natural.
Pongamos que un servidor con GNU Linux me cuesta N monedas cada mes, mientras que uno con Windows me cuesta N+1 monedas en el mismo periodo. Parece poco más, pero no es óptimo para la mente de un jugador como yo. Para obtener esa 1 moneda adicional tengo que trabajar 1 hora más al mes… ¡una hora que puedo pasarme jugando a
videojuegos! La conclusión es lógica, hoy invierto 10 horas en adaptarme a Linux, y en un año ya he salido ganando, no digamos en 10 años…
Y en realidad hay muchas ventajas adicionales: todo lo que uno maneje de software libre es provechoso para su futuro. O sea, si uno sabe configurar un aspecto de windows, sabe hacerlo y ya está, pero si aprende a hacerlo en GNU Linux comprenderá que es un engranaje más de una filosofía que se repite en todas las partes, y le será práctica para luego configurar otros engranajes.
Debo remarcar que yo no soy ningún experto en estos asuntos. Soy un superviviente que ya sabe unas cuantas cosas prácticas y que no tiene miedo de buscar y trastear, pero en mi entorno inmediato hay al menos una docena de personas mucho más capaces que yo, y probablemente más. Tampoco tengo ningún reparo en consultarles a ellos.
Tengo que decir, llegados a este punto, que mi actividad profesional actual sería imposible sin el software libre, pero estoy convencido de que la mayor parte de actividades profesionales dependen también. Una ingente cantidad de servicios que todos usamos están sustentados parcial o completamente en estas herramientas, hasta el punto de que en muchos sectores únicamente se considera de confianza el software libre, y lo más seguro es que esta tendencia siga en aumento.
Pero regresando a lo personal, no puedo decir en qué momento me volví un activista del software libre. Porque una cuestión es lo que uno hace dadas sus necesidades, y otra lo que uno pretende del mundo, o el ideal que pretende alcanzar. En la actualidad yo manejo media docena de terminales de usuario, y no puedo decir que estén gobernadas por software libre, y la razón principal es… bueno, seguro que muchos lectores se lo imaginan: los
videojuegos. A fin de cuentas, por eso estoy aquí.
Me considero un prisionero de windows, y no en un sentido económico sino vital. Pero estoy bastante más cerca de la libertad que hace un año, y muchísimo más que hace diez. Para ello utilizo una buena cantidad de herramientas, contribuyo en otras, y desarrollo las mías propias. Y aunque sea una necesidad, me resulta bastante flipante cada vez que todo funciona espectacularmente bien.
Se puede hacer, y además es tremendamente enriquecedor para el que toma el ligero esfuerzo de salir de la zona de confort. Yo lo he logrado y no tengo ninguna formación al respecto, así que cualquiera puede.
Entradas similares:
Re: De mi historia con el software libre y las computadoras (Verion)
30-7-2019 16:59
Creo que usar terminales aisladas (del resto de tu computación personal) para para jugar videojuegos no es una practica excesivamente coartadora de la libertad; en cualquier caso, los videojuegos son la última colina por asaltar para el software libre, veremos cuanto tardamos en asaltarla y cuanto en conquistarla.