Voluntad: mecánica y elección
11-12-2017 23:47
Uno de los atributos menos llamativos en STEN (Sistema Táctico de Espada Negra, el nombre con el que de momento nos referimos al sistema "agnóstico" que usamos) es la Voluntad. A pesar de que es extremadamente útil para cualquiera que entre en combate (vital, incluso), ninguna habilidad depende de él y no se usa para ninguna tirada. Algunos, incluyendome de manera ocasional, podrían argumentar que no es necesario ni siquiera en combate, ya que se puede suplir una carencia en esa zona con un uso inteligente de cualidades especiales y juego en equipo. Aún así, hay otras cosas a considerar respecto a este atributo tan particular.
Cuando se usa la palabra en un contexto cotidiano, ésta suele referirse a la capacidad de un individuo de seguir adelante a pesar de los obstáculos que se encuentre en su camino. Ésto a priori parece encajar con el planteamiento de STEN, donde una elevada Voluntad permite a un personaje dispuesto resistir grandes cantidades de castigo físico y sobrenatural y seguir adelante. Aún así, la cuestión no es tan simple.
Como el lector sabrá, los atributos en STEN son mayormente fijos a lo largo de la vida del personaje, con algunas notables excepciones. Esto quiere decir que representan el potencial innato del individuo en diferentes areas. Dado que no todo el mundo nace igual al resto, creo que es una aproximación aceptable de la realidad en la mayoría de casos. Ésto crea un conflicto con mi percepción de la psique humana en cuanto a los atributos mentales.
Como sabrá cualquiera que haya hablado conmigo largo y tendido sobre cualquier tema remotamente filosófico, soy un transhumanista. Esto quiere decir que creo que el ser humano puede, y eventualmente lo hará, superar los limites impuestos por sus condiciones actuales, tanto físicos como mentales. En cuanto a los rasgos físicos no hay otra manera que usar la tecnología para suplir nuestros fallos, pero, en mi opinión, la mente humana realmente es capaz de superar algunos de sus límites actuales.
Esto choca aparentemente con la visión de los atributos mentales que se presenta en STEN, pero después de darle unas vueltas he llegado a una conclusión que puede reconciliar ambas formas de ver la cuestión.
Los atributos más sencillos de justificar son la Inteligencia y el Liderazgo. El atributo implicaria el talento en bruto y las habilidades relacionadas el conocimiento y la técnica necesarios para usar dicho talento de manera significativa. La Voluntad se encuentra con un problema diferente. Por un lado, no tiene ninguna habilidad relacionada, cosa que nos podria llevar a pensar que es una constante en la vida y la psique de una persona, pero mi experiencia personal me lleva a pensar que esto no es cierto.
Mi conclusión, pues, es que el término "voluntad" se refiere de hecho a dos cualidades distintas y hasta cierto punto independientes. La Voluntad (como el atributo) se refiere a la capacidad innata de resistir el dolor y las privaciones. En otras palabras, lo "sufrido" que uno es por naturaleza, la facilidad con la que es capaz de soportar el miedo, el dolor o las privaciones. La voluntad, en cambio (tal vez un término más adecuado sea "tenacidad"), es la disposición del individuo a seguir enfrentando la adversidad a pesar del sufrimiento que esto acarree. Ésto es, a mi entender, algo que depende enteramente de la persona en cuestión y que tiene poco que ver con los talentos con los que la Madre Naturaleza haya querido bendecir a cada uno.
En conclusión, creo que deberíamos separar la voluntad como término genérico en dos conceptos separados pero relacionados: la resistencia al sufrimiento y la tenacidad. Siguiendo la conocida metáfora de la vara de metal, la resistencia al sufrimiento (Voluntad como atributo) sería el punto en que la presión quiebra el objeto en cuestión, mientras la tenacidad es el punto en el que la vara se dobla. Y es que hay una decisión que no puede ser arrebatada: el momento en que rendirse y aceptar que la presión te doble. Lo realmente digno de elogio no es tanto la capacidad de ignorar el sufrimiento como la capacidad de apretar los dientes y volver a ponerse en pie ante cualquier adversidad.
Nadie te puede obligar a doblarte antes de romperte, esa es una decisión que te pertoca sólo a tí.