Después de que pasara un junio casi absolutamente carente de rol, me he decidido por realizar una vuelta a esta actividad que tanto me agrada. Creo que soy una persona que disfruta en gran medida de esta y otras actividades habitualmente consideradas “de ficción”, y que en general me permiten evadirme de lo que habitualmente se considera “la vida real”.
No tengo muy claro qué me lleva a que unos periodos de mi vida tengan más o menos rol, pero sí es cierto que cuando ocurren se pueden identificar claramente (en parte gracias a Juégame). La verdad es que en los periodos en los que no, puedo sumirme en esto o en escribir, me siento algo más vacío y realmente noto que me falta algo.
En ningún momento me distraigo del hecho de que para nada soy yo, como máster, la pieza fundamental de actuación. Son los jugadores, por lo tanto, los que me permiten poder desarrollar esta faceta de mi personalidad, y los que proporcionalmente aportan a la mesa de juego exactamente lo mismo que yo. Debido a esto yo estoy muy agradecido con ellos, y desde aquí les transmito mis buenos deseos.
Como quizá sepan aquellos que pasan por estos lugares, a mí me gustan las campañas largas, y en estos momentos me encuentro en lo que podría llamarse el inicio de dos de ellas, con intención de pasar incluso a una tercera. En este sentido tengo que mencionar que la primera ya tiene sus buenos seis meses de duración, pero aún así la considero en sus más frescos inicios. Creo que probablemente nos alarguemos en la misma al menos un periodo similar que configurará la primera temporada, tras la cual entiendo que entraremos en la segunda. Para mí, este es el camino de hacer unas campañas auténticamente memorables en las que la identidad de los personajes se forje partida tras partida y día tras día. Como ya digo, esta campaña está disponible para todo al mundo en la
sección de Nased.
Como ya he mencionado en otras ocasiones, ahora tengo interés en organizar otra campaña online que, con sus evidentes diferencias por el cambio de formato, se alargue en el tiempo todo lo que su historia pueda dar de sí. Esta campaña obviamente no va a tener limitaciones espaciales y se puede unir cualquier persona que tenga interés por el mundo de Espada Negra, o por mi forma de arbitrar en particular. No sé si se podrá dar el caso de que alcance este tipo de grandeza, pero intentaré que no se pierda la fuerza que sí acompaña a sus hermanas físicas.
En cualquier caso la acción natural me suele llevar a jugar al rol de la misma forma que los políticos tienden a robar y los patrones a explotar a los trabajadores. Esto me lleva a darle algunas vueltas a ese tipo de estadísticas que dicen que esto de jugar al rol es un nicho pequeño dentro del nicho no muy grande del ocio, muy superado por los juegos de mesa, y sin duda mucho más superado por los videojuegos, que curiosamente son actividades en las que también me muevo, no solo como jugador, sino también como editor.
Curiosamente no siento en sí mismo un deseo o impulso por impulsar, en la medida de mis posibilidades, esos sectores. Creo que de alguna forma me gustaría que este sector fuera más popular, para poder encontrar más personas afines con las que compartir afición, pero también tengo la sensación de que, si se convirtiera en algo “mainstream” perdería parte de su encanto, porque las grandes empresas meterían su gran zarpaza y lo convertirían en… bueno, lo que han hecho con todo lo demás. De hecho ya tengo la sensación de que en gran parte ocurre así.
Como decía al inicio del artículo, puedes unirte a nosotros en nuestras partidas, o quizá en las tuyas propias. Sería genial compartirlo de una forma u otra.
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