Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Cómo me hace sentir la temporada gunear
13-2-2016 12:30
Por Verion
Allá va un pequeño artículo personal. Simplemente trata de cómo me siento yo, lo cual no es aplicable a otros hermanos que también pueden contar en estos blog cómo se sienten. Tampoco voy a decir nada particularmente negativo (no va a haber salseo de tipo alguno), simplemente me voy a referir a los diversos aspectos del juego de rol, la novela, el juégame y algunas cosillas más.

La más evidente de todas es el avance de la cantidad de partidas que se juegan. Esto es muy evidente porque el juégame sirve de testigo de estos hechos, y en este sentido creo que es para estar contento. Si el mes mantiene el ritmo actual concluiremos con todas las metas propuestas. ¡Vaya salvajada! Esto me parece genial porque significa que Espada Negra tiene vida, y eso es genial. Creo que esto del juégame ha sido una innovación muy oportuna.


Me resulta curioso que por primera vez en mi vida juego más de lo que arbitro. Estoy en la campaña de Senshi, el imperio en ruinas, que seguramente acabe dentro de poco, y también en la de Garlantz, de la que hoy se juega la tercera sesión. Ocurren más partidas, dentro de mi ciudad y otras tantas lejos. Esto funciona.

Ahora mismo yo arbitro la campaña oficial de la hermandad, y me he metido en la campaña online gunear. Hace dos días jugamos la primera sesión, que me tenía un poco atemorizado. Temía que no se presentara alguien… o que llenáramos el hangout ese. Al final no pasó ni una cosa ni otra, sino que nos presentamos siete personas (contándome a mí). Había estado sopesando proponer a los jugadores emitir la campaña en directo, pero finalmente me entraron reparos y ni lo dije. Simplemente jugamos de la forma tradicional (en privado).

El jueves que viene ocurrirá la segunda sesión, y así durante toda la temporada gunear. Se puede incorporar cualquier jugador ahora, a medias, al final, para una partida o para veinte. Esto va a tener mucho flujo, y va a haber mucho personaje que entra, sale, se muere, o lo que sea. Y eso también es una advertencia para los presentes. En cualquier caso, que nadie tenga reservas para unirse cuando sea al Dabria Tulka más duro del clan Aslaurr.

Si estoy sorprendido con la cantidad de partidas en el juégame, más lo estoy con la aceptación de la novela “Estirpe de Khammarr”. No es no crea que es una buena novela (creo que lo es), sino que más bien me impresiona que una gran cantidad de personas se la están leyendo en un solo día, lo cual me llena de alegría, pues significa que disfrutan leyéndola como yo escribiéndola. El hecho de que ya hayan salido reseñas cuando se publicó hace cinco días me anima mucho.

Tengo muchas dudas en este sentido con el modelo de publicación físico de esta obra. Creo que tiene futuro, pero no tengo nada claro si tenemos que ir por un crowdfunding, buscar el “paga lo que quieras” físico que accidentalmente aplicamos a “La última luz”, presentárselo a una editorial tradicional, o qué. Pero en fin, es bueno estar haciéndose estas preguntas.

¿Empuja la lectura de la novela al juego de rol? ¿O acaso la imagen del juego de rol empuja a la lectura de la novela? ¿No tienen que ver ninguna de las dos? La verdad es que no tengo ni idea de cual es la respuesta correcta porque no tengo herramientas para medirlo y nunca las voy a tener. Pero me gusta el conjunto que hemos dibujado.

Estamos preparando mucho material adicional que evidentemente toma su tiempo. Ya sea el juego de mesa (edición gunear), ampliaciones del juego de rol, u… otros, todos llevan una gran cantidad de trabajo en el que a mí personalmente me encanta participar.

Recuerdo cuando Espada Negra era algo que hacía soñar a unos pocos. A lo largo de estos años hemos ido aportando contenidos a una comunidad e invitando a cada uno a participar como quisiera, sin más compromiso que el que quisiera aceptar, pero sin restricción en hasta donde podían llegar. De esta forma nos fundimos en un solo ente que ha avanzado paso a paso, y que si bien ya existía hace tiempo, ha dado su muestra definitiva, o eso creo, en este febrero de dos mil dieciséis, con el arranque de la temporada gunear.

Sigamos dando pasos.



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