Hermanos Juramentados de la Espada Negra

VASALLAJE

El vasallaje es un contrato según el cual se regula la sociedad, riqueza y estructura de la propiedad de Dormenia. Aunque incluye un buen número de cláusulas y excepciones que han sido discutidas en juicios y debates, los principios generales son simples, y se pueden resumir a la obligación por parte del ente superior de proteger al inferior, y la obligación del segundo de aportar parte de sus beneficios económicos al primero.

Historia

Surge como consecuencia de la revolución del año doscientos treinta, en la que los campesinos del estado Firniense (ancecesores de la familia Trilbanson) lucharon por sus lamentables condiciones de vida, especialmente por la desprotección ante los ataques de piratas. Como consecuencia se les garantizó la protección de la clase guerrera, a cambio de unos impuestos que ya pagaban, o la posiblidad de no pagar esos impuestos y buscar la protección por su cuenta.

Con la fundación de Dormenia como estado central, el contrato de protección pasa a ser piramidal: el rey único de todas las familias protege y cobra a las familias nobles, que a su vez protegen y cobran a los trabajadores en su zona.

El rey Neldar II convierte el contrato de vasallaje en obligatorio, después de que miembros de la familia Taunori plantearan su renuncia a la protección de Neldar, ante la persistencia de crisis económicas. El rey establece, de la misma forma, que cada familia puede introducir secciones adicionales en el contrato regional.

Capas

La sociedad dormenia queda ordenada piramidalmente con respecto al contrato de vasallaje.

En la parte superior está el rey, que tiene un contrato con los distintos cabezas de familia. Estos reciben la protección y participación del gobierno, y aportan la financiación acordada en el mismo.

Los cabezas de familia a su vez tienen un contrato (normalmente implícito) con los miembros menores de la familia, que suelen tener a su cargo un emplazamiento rural o urbano. Los que gobiernan en una ciudad son conocidos como duques, mientras que los que lo hacen sobre un pueblo o unión de pueblos son conocidos como marqueses. La dependencia de estos señores con sus supriores es elevada, pues en casi ningún caso una región consigue ser completamente autónoma, y ha de depender de otras. Esta relación en ocasiones ocurre sin la supervisión del cabeza de familia, por lo que no son siempre amistosas. Las rencillas y diferencias entre señores de la misma familia son enormes.

Este contrato puede tener obligaciones (implícitas o explícitas) adicionales, como el mantenimiento de un ejército personal, o pagos de impuestos especiales.

La capa más baja del contrato social lo tienen los duques o marqueses con los trabajadores del pueblo llano. Esta forma de contrato es la que normalmente es menos implícita, y de la que más se abusa: todo trabajador en una región lo tiene adquirido quiera o no con el duque o marqués de su zona, y dada la concesión para incluir cláusulas adicionales, las formas de abusar de la población son variadas y constantes. En algunos casos la contrapartida, (recibir protección) puede ser compensatoria, pero en otras puede simplemente no existir: muchos nobles, particularmente los de zonas agrarias amplias, no cuentan con ejército personal o guardia suficiente, y sus zonas son pasto de los bandidos.

En el caso de los productores agrícolas y ganaderos, lo normal es fijar un porcentaje de impuestos periódicos, o una cantidad fija acordada por la cantidad de terreno trabajada.

En el caso de los manufactureros, el contrato suele ser vigilado y creado particularmente. Lo normal en esos casos es que ningún ciudadano tenga la cantidad necesaria de dinero para comprar el local y los bienes necesarios para ejercer su negocio, por lo que tenga que presentarse ante el noble con un aval del gremio en cuestión. Si lo convence, el noble le facilitará el local para ejercer su negocio, y se firmará un contrato con la cantidad que el noble espera cobrar por esta prestación.

Los tenderos y vendedores fijos tienen una reglamentación similar a los manufactureros. A los ambulantes, sin embargo, debido a su incontrolable naturaleza, se les cobra de forma individual y arbitraria.

Las grandes explotaciones mineras exigen un gran trabajo y coordinación. Normalmente se realizan a expensas del noble de la zona, que elige a un ciudadano de su confianza para dirigirlo.

Una clase de trabajadores especial son el personal directo del noble. El contrato en este caso es muy formal y directo, y está libre de impuestos. En esta categoría están los sirvientes, la guardia, todo tipo de administradores y funcionarios, y por supuesto los cobradores de impuestos.

Una última capa indudable del escalafón social es la de un plebeyo con posesiones con respecto a sus empleados y aprendices. Debido a que la situación económica establecen de hecho una diferencia social clara, los comerciantes y productores adinerados han pretendido defender su contrato explícito sobre sus empleados, pero la nobleza no suele conceder valor a estos.

Validez regional

En la mayoría de casos el contrato de vasallaje está claro, pero en las zonas fronterizas, los matices sobre la aplicación del mapa de fronteras y las dificultades prácticas llevan a problemas entre marqueses que normalmente se arreglan mediante negociación. Estos contratos son siempre explícitos y pueden tener cláusulas adicionales.

Justicia

Las denuncias siempre se realizan ante la entidad común más baja en la pirámide de vasallaje. En algunos casos esto es muy simple, por ejemplo, un campesino de unas tierras que quiera denunciar a su vecino debe hacerlo ante el marques de ambos. No obstante si el marqués es distinto, entonces debe hacerlo directamente ante el cabeza de familia. Como no tiene relación directa con él, lo normal será que le pida a su marqués que lo haga por él.

En algunos casos esto no tiene ningún sentido realista. Por ejemplo, la querella de dos campesinos de una zona fronteriza de familias diferentes debe ser dirimida directamente por el ministro de justicia del rey. Lo normal en estos casos es que los nobles intermedios lo arreglen entre ellos, o usar a la corrección, quien siempre está encantada de intervenir.

Las decisiones del órgano de justicia de cada nivel de la pirámide de vasallaje son recurribles ante la siguiente, pero los recursos de este tipo suelen caer en saco roto, debido a que los cabeza de familias suelen proteger a los marqueses y duques.

Ámbitos que escapan al control del vasallaje

Sin duda el colectivo que más escapa a la estructura del vasallaje es la iglesia, que sigue la suya propia, mucho más llana. Aunque dentro de cada iglesia hay una pirámide, en realidad lo que hay es una cadena de mando (monaguillos, monjes o sacerdotes, correctores, consejo de la corrección, sumo corrector) en la que siempre se debe obedecer a los superiores.

Los militares tienen también una excepción al contrato de vasallaje, en el que prevalece la cadena de mando militar sobre el vasallaje, que puede haber sido contraído con anterioridad. Esta excepción no estaba bien estructurada hasta los tiempos de Neldar III.

Finalmente, debido a que quien presta ciertos servicios no está del todo claros, existen muchas sociedades reconocidas que llevan su propia estructura de mando.

Diferencias e interpretaciones regionales

La estructura social del vasallaje es muy diferente entre las distintas regiones de Dormenia, y en ciertos casos es diferente incluso entre marcas de la misma región.

Familia Aglazor: Gobernando sobre una de las dos zonas más prósperas de Dormenia, los nobles abusan de su situación superior en todo lo que pueden. Siendo una familia reciente, su estructuración es muy eficiente y el sistema legal muy rápido. La familia Aglazor proveé de buenos servicios públicos, incluyendo un razonable servicio de seguridad que ejerce no con fuerzas propias, sino contratadas a otras familias.

Familia Asgeifr: Al ser una familia de descendencia gunear, el calado del vasallaje en la sociedad no es del todo claro. Harán falta aún unas cuantas generaciones para que el clan acepte del todo la forma de vida dormenia.

Familia Fedder: Otra familia muy rica, ejerce un control férreo mediante el contrato de vasallaje. Al contrario que la familia Aglazor, no obstante, los servicios son más bien pobres y la protección militar limitada. El sistema judicial es lento. Es el lugar de Dormenia en el que el contrato es más asimétrico.

Familia Einari: Siendo una familia muy adscrita a la corrección, el contrato es meticuloso y respetado. Los impuestos son bajos, pero los servicios ofrecidos son también limitados.

Familia Taunori: El vasallaje en los Taunori es en principio el menos injusto, pero también es el más ineficiente. Los impuestos son bajos, pero las prestaciones también muy bajas. Por ello ciertos marqueses Taunori son tan pobres que apenas parecen mejores que un comerciante plebeyo de la zona Aglazor. No obstante, en lo que respecta a provisión de seguridad, ninguna región está tan militarizada como la Taunori.

Familia Trilbanson: En este caso las diferencias legales entre las distintas regiones son importantes y muy variables. La región es muy vulnerable a los cambios por luchas intestinas.

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