Hermanos Juramentados de la Espada Negra

CARSIJ

Se trata de una serie de unidades de caballería de élite que el gobierno harrassiano siempre ha tratado de convertir en un estándar de su nación. Se considera honroso haber servido en estas unidades. Debido a las dificultades de financiación, se han convertido en entes semi privados. Hay en total una treintena de carsij con un centenar de hombres cada una.

Equipación

En ejercicion, un miembro de una carsij lleva una pesada armadura de láminas de acero verticales remachadas, espada ancha, escudo grande y lanza de caballería.

En situaciones de enfrentamiento directo, se utilizan también pesadas bardas de escamas que cubren la parte frontal del caballo y las piernas del jinete.

Oficiales

Cada carsij tiene un solo capitán que, cumplido el servicio militar de veinte años, solicita ante el estado el liderazgo de la misma. Esta solicitud no se aprueba fácilmente, e incluye la necesidad de un poderoso aval para garantiza el mantenimiento de la unidad en caso de problemas y buenas referencias de sus anteriores oficiales, así como el testimonio de conocidos en buena posición que garanticen la fiabilidad del individuo. Debido a ello suelen ser personas en buena posición, de familias adineradas con contactos entre los comerciantes, los altos funcionarios, los políticos y la banca.

Formación

La formación bélica es una parte del sistema de obtención de la ciudadanía, y aunque puede iniciarse a cualquier edad, normalmente empieza entre los trece y quince años.

Los primeros cinco años son de entrenamiento, en los que la manutención del sujeto debe ser facilitada por su propia familia.

Al completar su formación básica, que incluye conceptos tanto prácticos como teóricos, se entra en el servicio de una carsij, normalmente entre los dieciseis y los veinte años. Tiene un periodo de adaptación de un año en el que tampoco cobra. Si es rechazado, puede solicitar la entrada en otra carsij.

Es después cuando es admitido definitivamente y recibe el sueldo del estado, aunque para obtener el derecho a voto tendrá que esperar bastantes años más.

Durante un periodo de veinte años servirá en la misma carsij en todo tipo de misiones, en las que sus habilidades se verán a prueba.

Se trata de una unidad, pues, con entrenamiento muy aceptable.

Moral

Tratándose de una unidad de élite con sobrada experiencia en combate, tienen una moral elevada, pero esta se ve minada por las idas y venidas de la política harrassiana que han incluido hambrunas, huelgas e incluso golpes de estado en los que se han visto involuntariamente implicados, recibiendo órdenes contradictorias de distintas partes del gobierno.

Adicionalmente, la financiación no siempre es fluida, por lo que es una práctica común que los servicios de las carsij se alquilen a comerciantes de éxito para proteger a sus caravanas de las tribus del desierto.

Estos hechos reducen sensiblemente el estado de moral de las carsij.

Sueldo

El sueldo del soldado de caballería de una carsij es establecido anualmente por el gobierno de la ciudad estado, pero normalmente es bastante más suculento que el del resto de países: unos 12.000 dineros harrassianos, lo que al cambio es unas cuatro veces más que un soldado dormenio. Además, al ser funcionarios del estado, incluye garantías sociales adicionales, como pensión de jubilación y retiro por amputación.

De todas formas este sueldo incluye sus trampas, pues durante el periodo de formación se invierten unos seis años a un coste elevado, normalmente sustentado por las familias. El estado obliga a la banca a ofrecer sistemas de becas mediante préstamos, pero estos tienen importantes intereses que impiden al soldado disfrutar de su sueldo íntegro hasta aproximadamente el décimo quinto año de servicio.

Autonomía

Una de las grandes lacras en las carsij es la baja autonomía de que disponen en batalla.

Este problema no ocurre, por supuesto, cuando están realizando su tarea más común: la protección de caminos y caravanas. En ese caso se realiza en los puestos avanzados o por los comerciantes que los contratan.

En batalla, sin embargo, las reparaciones son constantes, y se consume una cantidad de heno elevada.

En estos casos se recurre al cuerpo de camelleros, que realizan todas las actividades de soporte. Este personal especialista está compuesto por especialistas no militares (y por tanto no ciudadanos) y militares que han solicitado la excedencia pero están en la reserva. No es raro, por lo tanto, que una carsij vaya acompañada por un importante número de camelleros y varios carros, hasta duplicar su número.

No obstante, se han producido situaciones en las que estos camelleros han combatido con resultados variados. Particularmente, en la guerra de anexión contra dormenia, los caballos de estos últimos se asustaban por el olor y la presencia de los camellos.

Cuando los camelleros combaten, lo hacen con armas variadas de su propiedad, pero generalmente lo hacen con lanzas largas.

Tácticas

Las carsij con una caballería media - pesada de alta maniobrabilidad. Las operaciones de carga y retirada están practicadas hasta la saciedad y se ejecutan con facilidad.

No obstante, su especialidad más entrenada es la protección de caravanas. Tienen una gran velocidad cerrando sus filas en torno a un grupo cerrado, y tienen un dominio perfecto de sus caballos a la hora de enfrentarse a infantería.

Reseñas históricas.

A lo largo de la existencia de Harrassia ha habido centenares de Carsij, la más antigua presume de tener un estandarte con tres cientos años de antiguedad.

Códigos y castigos

Las carsij tienen una disciplina fuerte, y todos los hombres son voluntarios que quieren alcanzar la ciudadanía. Han alcanzado el mayor nivel en el estado, así que por lo general las faltas con mínimas.

Para las faltas leves, es el capitán de cada carsij el que tiene el derecho sobre el castigo, normalmente expresado en días de suspensión de sueldo.

Para las graves, se debe detener al sujeto y enviarlo para ser juzgado en un tribunal competente en caso de ser posible. Si no lo es, el capitán está autorizado a decidir, incluyendo el castigo capital.

Es notable señalar el apego personal que los miembros de una carsij tienen a su corcel. Se produce un aprecio tan sincero fruto de los años de entremiento, y probablemente del modelo social, que un soldado tiene derecho a luto si su caballo fallece.

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