Hermanos Juramentados de la Espada Negra
La soledad del rolero
13-12-2014 12:09
Por Verion
Este servidor de sus mercedes se ha movido mucho durante el último año y medio por bastantes regiones de España junto con otros miembros de la hermandad para hacer demostraciones de nuestro amado juego de rol, y otras obras.

Todavía no hemos tenido la ocasión de conocer a +David Gutierrrez, quien para nosotros ya es el hermano Guthor, pero todo se andará, y seguro que durante este año tenemos la ocasión. Lo que motiva este artículo es, en este caso, un vídeo que ha hecho en la que habla de una soledad que en su caso es una circunstancia desagradable.


El vídeo tiene bastante mensaje, más del que yo supe ver en primera instancia. Está el agradecimiento a la comunidad online, pero también la monotonía detrás de la aparente abundancia, y sobre todo varios aspectos de una no elegida soledad de alguien que aprecia mucho el rol.

"Gracias, rol, por existir", aparece al final de los créditos.

Es una frase que casi pasa desapercibida, y que incluso puede tener un aspecto algo religioso, pero que esconde detrás de sí algo muy importante: "¿Qué habría sido de mí si no hubiera jugado al rol?". Para mí es una pregunta complicada, porque quizá no podría haber sido lo que soy. A lo mejor habría sido simplemente escritor, pero me faltaría algo.

Como rolero viajero que soy, he estado en multitud de ocasiones con otras personas, y no hablo solo de una conversación o compartir una partida (que en sí es grandioso), sino de quedarme a dormir en casa de alguno, y poder compartir más algunas experiencias. Y con esta experiencia puede decir que... vaya si nos ha ayudado a muchos.

No señalaré nombres ni experiencias concretas pues pertenecen a los que las han vivido y a aquellos a los que nos las cuentan, pero permítanme sus mercedes que les aclare, si acaso tenían la duda, que esta experiencia viajera me ha permitido saber que hay muchas personas como yo que encontraron respuesta a preguntas muy jodidas en este asunto que es jugar al rol, y que es algo mucho más grande que lo que encapsulan esos manuales que atesoramos en colecciones. Quizá, de hecho, estas colecciones sean, al menos en parte, formas de recordarnos a nosotros mismos lo que somos y lo que queremos.


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