En las últimas horas Senshi Shiroi, miembro de la hermandad, publicó
un artículo que me toca muy directamente, no solo por las experiencias personales con él -creo que alguna mención es directamente por mí-, sino porque el asunto de la identidad de género me es muy importante. Recomiendo, por tanto, leer
ese artículo antes de echar una ojeada a este, si bien no es imprescindible.
El asunto de la identidad de género y la orientación sexual me parece importante, y me lo parece en todas las corrientes creativas, y por lo tanto mucho más en el rol, que es muy accesible para todos. En este sentido me tomo el permiso de citar el final del artículo de Senshi, que hace que cualquiera de las discrepancias que tuviera con él se queden en la anécdota:
No señores, el ocio, y la cultura (que yo no separo), es uno de los mayores conductores de la sociedad, y por lo tanto, es parte importante de la crítica a la misma. No por menos es uno de los elementos que más utilizan los gobiernos para el emberrecilamiento. Un personaje transgénero en una aventura de rol, una historia de amor homosexual en un videojuego... son pequeños pasos que ayudan a mucha gente y dan que pensar a otras tantas. Son pequeños pasos que ayudan a avanzar esa gran zancada que cada día parece ofrecer más resistencia. |
Con esto me quito la parte de explicar por qué me parece necesario y positivo tratar el tema en las aventuras de rol (publicadas o no), y entro directamente en el supuesto de que queremos hacerlo. En este caso voy a facilitar algunas herramientas que yo utilizo al respecto. Lo cual me lleva a…
¿Quién soy yo para hablar de este asunto? Hay quien puede opinar que mi
condición de agénero no me coloca en una situación de “vulnerabilidad” porque tengo el privilegio masculino adquirido de facto. Yo no comparto esa forma de pensar, y como tampoco es que sea precisamente heterosexual, creo que entiendo el problema desde la perspectiva interior. Pero en realidad no creo que esto sea necesario para hablar del asunto. Simplemente soy un creador que ha escrito muchas cosas y que ha pensado en el tema.
En fin, noto que este es un buen artículo porque ha tenido una gran introducción. Establecido esto, allá va unas cuantas ideas de metodología en sí. Son unos consejos basados en mi experiencia y perspectiva que valen lo que valen. ¡Cada cuál sabrá!
Una de las cuestiones que más respeto pueden implicar es la de
interpretar un personaje que tenga un género o sexualidad muy diferente al nuestro. Recordemos que interpretar un personaje no es necesariamente actuar por él, y que no tenemos por qué llevar a cabo actos que no nos resulten naturales… aunque quizá en esto también pueda haber algo desafiante y divertido. Vale que si somos novatos quizá sea algo muy osado, pero si llevamos doscientos personajes a nuestras espaldas, quizá el doscientos uno podría ser no cisgénero.
Esto es especialmente trascendente en el caso de los máster. Vale que un jugador va a estar anclado a un personaje, pero el máster sí tiene bajo su responsabilidad el representar el sentir del mundo. En su mano está, por lo tanto, más que en la de ninguno otro el representar lo que este concepto significa.
Esto me lleva al segundo consejo, y es que sea lo que sea,
se debe llevar con naturalidad. Personalmente yo soy no cisgénero, pero no estoy todo el rato pensando en el asunto, y normalmente me agobia más mi trabajo, por decir algo. Está claro que para algunas personas la identidad de género va a ser algo muy importante -y es normal en esta sociedad-, pero otros van a tratar muchos asuntos diversos a lo largo de su vida, y a lo mejor su género u orientación sexual no salen de la privacidad.
Pero de la misma forma que se debe llevar con naturalidad,
si el tema sale, se debe tratar, y hay poco peor que obviarlo, ya sea porque nos de corte, miedo, o porque no queramos herir las sensibilidades. En este sentido creo que lo mejor es entender un poco el “lore” del mundo en cuestión para que su aparición sea natural.
Por ejemplo, si jugamos en un
entorno futurista cyberpunk en el que los personajes pasan el tiempo en el cyberespacio o incluso pueden cambiar de cuerpo, la cuestión será mucho más natural y anecdótica. Es posible que la única persecución sea producida por algún grupo de fanáticos religiosos, y que los personajes reflexionen sobre un triste pasado en el que esa opresión era más frecuente.
En el caso opuesto, se suele señalar que las conductas no cisgénero o no cissexuales
eran muy perseguidas en la edad media y similares. Hay que tener en cuenta que este punto de vista es muy parcial, muy orientado a un periodo concreto de una cultura específica. Pero por encima de todo creo que hay que tener en cuenta que la ley y la persecución suelen existir sobre todo para los pobres, mientras que los ricos pueden hacer lo que les viene en gana. Incluso hoy en día.
Los
entornos muy fantásticos son permisivos en todo esto. No creo que prácticamente tenga que mencionar que probablemente los vampiros escapen a muchas cuestiones de género o sexuales, pero lo mismo casi podría aplicarse a entornos muy exagerados del tipo “D&D”. Es decir, si un personaje es un gran guerrero que mató al dragón… ¿alguien le va a decir algo porque no sea heterosexual? Si uno está acostumbrado a que la gravedad se invierta los jueves, no creo que esté muy preocupado por cómo decidan tocarse personas adultas.
Creo que otro aspecto importante de cara a tratar el asunto en partidas de rol es
evitar los estereotipos. Creo que muchas personas tienen en su mente a una persona que ha sufrido mucho por la persecución y los problemas sociales, y aunque no dudo de que para muchos es así -para mí algo ha habido-, la vida es muy variada como para pensar que para una persona no cisgénero la lucha de la identidad de género va a enfocar toda su existencia.
Es decir, que hay que evitar pintar a los personajes no cisgénero como víctimas necesitadas de ayuda, sino que puede ejecutar cualquier papel. ¿Va a tener su identidad de género alguna relación? Sin duda. ¿Va a ser lo único determinante del personaje? Pues mire, no. Y potencialmente tienen la misma capacidad que personajes cisgénero heterosexuales para ser, por ejemplo, el “malo” de una campaña.
Mi último personaje, Alsia, es muchas cosas, pero no una buena persona.
Como he mencionado en el pasado, la naturalidad es la clave principal para tratar el asunto, pero esto no quita que podamos
informarnos de cara a ofrecer una experiencia verosimil o incluso desvelar información desconocida hasta el momento para los jugadores. Dados a tratar la cuestión, existen un buen número de realidades objetivas estudiadas hoy en día que pueden ser llevadas, al menos como reflexión en forma de temas centrales o paralelos en nuestras partidas. El conocer cómo diferentes personas de diferente identidad afrontan la existencia, así como los innegables hechos estadísticos nos llevará a dibujar un panorama más creíble.
Por lo tanto, estos han sido mis tres o cuatro consejos para llevar la identidad de género (y sexual) a las mesas de juego. Ha sido limitada por mi experiencia al respecto y por el hecho de que he asumido que el lector tenía intención de hacerlo. Ruego, por lo tanto, que se comente si estos trucos han sido útiles, o si hay otros adecuados, o cualquier otro aspecto de este debate, porque con el simple hecho de hablarlo estaremos dando luz a una realidad social que tristemente no solo no recibe mucho apoyo de las instituciones, sino que realmente aún está lejos de tener una buena integración ni en la sociedad, ni en el rol. Y con respecto a esto último, a
hechos recientes me remito.
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